Terapia de pareja
El primer contacto de la pareja con el psicologo
El primer contacto con la pareja se establece mayormente
con uno de los miembros, ya sea a través de un formulario de un website, una
llamada telefónica, un mensaje de texto, el uso de servicios de mensajería como
whatsapp, en el ámbito privado. Desde el ámbito educativo y público es a través
de la derivación. Muchos consultantes expresan su interés e inquietud de participar de un proceso
terapéutico, siendo algunas de las preguntas frecuentes: el costo por sesión,
tiempo de duración de la misma, número de sesiones promedio en el proceso. En nuestro medio el servicio
de terapia de pareja es un servicio brindado por profesionales independientes, mayormente.
El cual no cuenta con la subvención ni intervención indirecta del estado,
servicio que se muestra carente en la atención de salud pública. Desde ya el consultante nos muestra un
interés y preocupación para llevar un proceso o asistir al espacio consulta
psicológica orientado a la pareja.
En este punto inicial, los profesionales presentan diversas
propuestas, con tintes muy particulares en
nuestro medio. Algunos colegas ofrecen
un pack por un determinado número de
sesiones con un descuento al asumirlo, en otros casos se ofrece una primera sesión gratuita, otros con un
descuento por la primera sesión y finalmente quienes brindan las sesión con un costo determinado. El sistema prestación de servicios y de
remuneración va a depender del
profesional y de la valoración del servicio prestado por este, lo que incluye
experiencia en el rubro, especializaciones, etc.
Culminado el contacto inicial, la primera entrevista se
consolida en un encuentro grupal con un
nivel de estrés y ansiedad para la pareja, que implica la expresión y
verbalización de su problemática y de cómo está la observa desde su lado, con
puntos de confluencia con la pareja y puntos de divergencia y zonas ciegas para
ambos. Mayormente ambos miembros asisten por un no saber qué hacer, decir o
expresar, desde donde iniciar o no iniciar.
Sumandole aquello que es el transmitirles sus vivencias a un tercero al
cual han conocido hace tan solo unos minutos. Impulsados por el deseo de mejora
individual y como pareja cuando es viable. Sumándole en otros casos, ser
considerado como el último recurso. Ya que se agotaron otros medios como acudir
a grupos de oración, curanderos y chamanes.
Se ha observado además el deseo de varios miembros parejas el deseo de
querer solucionar el problema vincular lo mas pronto posible. Como cuando se
cierra un contrato.
Es un punto que nos lleva a re-pensar ¿Qué es lo que la
pareja se encuentra negando o evitando observar?
Las primeras sesiones se consolidan como las de mayor
densidad, de descarga y expresión emocional, el psicólogo tratante tendrá como
primeras funciones la de contener y orientar la canalización tanto de
ansiedades como de temores de los
consultantes. A través de la escucha
atenta, afectiva y la actitud de sostén.
Quienes asisten al espacio de terapia de pareja en nuestro no
corresponde a una mirada promocional del bienestar, si no más relacionada a la
prevención, cuando la pareja se
encuentra atravesando momentos difíciles y adversos en ambos o un miembro.
Desde esta postura tendremos que explorar la necesidad de un espacio de terapia
individual o de pareja por sí.
Encontramos diversos tipos de pareja, algunas que buscaron
información profunda y pormenorizada en las páginas web, lectura de artículos,
etc. En relación a lo que implica las sesiones de terapia de pareja, parejas
que no son muchas. En otros casos encontramos parejas que asisten por
recomendación de familiares y amigos preocupados por la situación que se
encuentran atravesando, situaciónes que conmocionan su sistema de
relación, estructuras de personalidad y
generando un malestar en los consultantes.
Parejas que asisten a terapia por derivación, aquellas que asisten a
sesión por indicación de un centro médico y/o centro educativo.
También encontramos a miembros de la pareja que desean
asistir a la consulta de pareja motivados por inquietudes en su modo de
relación, esclarecer dudas en relación a su pareja, descargar un conjunto de
emociono, como para verbalizar su malestar. Los casos son muy variados, como el
saber si relación de pareja tiene espacio para seguir creciendo o expresar su
deseo de culminar dicha relación. En otros casos asisten con la intensión de
recibir asesoría de cómo mejorar su relación sabiendo que su pareja no desea
asistir a terapia. Ya que consideran que de otra forma no es necesaria, que
ambos pueden solucionar sus problemas solos. Sin embargo ya han van algunos
años de vivenciar lo mismo y el cambio ha sido nulo o reducido. El miembro que
asiste, lo realiza mayormente con un fuerte sentimiento de angustia y malestar,
ante la incertidumbre del rumbo de su relación que implica mucho: un proyecto
de pareja, sus sueños, planes, estabilidad, familia, entre otras
¿Por dónde iniciar la primera sesión?
Una de las preguntas frecuentes por parte de los
consultantes, dependera en algunos casos de parte del estilo del terapeuta desde
la directividad o no directividad como por parte de las necesidades de la
pareja. Las necesidades expresadas a través de la manifestación explicitas de
focalización sobre una problemática determinada.
Una apertura que recomiendo es la de conocer el panorama en
la cual se desempeña la pareja, antes de iniciar por una focalización, el
conocer el panorama va a permitir conocer los modos de vinculación, situaciones
que desencadenan crisis, problemáticas inherentes y que en muchas ocasiones no
son consideradas, creencias y mitos de la pareja. etc.
El que la pareja pueda verbalizar libremente nos va
permitir además un acercamiento y descarga de
aquello que les esta generando malestar
y que en primera instancia como vinculo presenta dificultad para
procesarlo.
La separación de la pareja
Quienes asiste a sesiones de terapia de pareja asisten en
algunos situaciones con un grado de fricción producto de:
Relación de pareja disfuncional
La
funcionalidad entendida como la operatividad en parámetros de la salud y
bienestar psicológico con tendencia al equilibrio.
La
funcionalidad en la pareja la podemos ver cómo relación donde se aceptan y
asumen los roles contemporáneos de ambos miembros: de los roles tradicionales a
los postmodernos. Cuando se mencionan roles tradicionales se hace
referencia a la imagen femenina, por ejemplo al estilo Ingalls,
mujer abnegada que se dedica a las labores domésticas y a los hijos, sin
derecho de réplica y con bajas aspiraciones profesionales (simplificándolo), en
los roles contemporáneos, la visión de la mujer es la de una imagen con un
narcisismo sano, una mujer empoderada, que asume roles laborales y sociales en
base a la equidad.
En el
vínculo de pareja funcional encontramos relaciones de parejas que tienden con
frecuencia al dialogo fluido, se consideran con igual validez las expectativas
de ambos miembros, el proceso de comprensión y entendimiento de sus
problemáticas es reciproco. Se presentaran roces en el intercambio de opiniones
y puntos de vista, los cuales se solucionaran en base a la escucha empatica y
acuerdos, orientados a la búsqueda de consenso. Evitando denigrar la
imagen del otro en espacio internos como el público. La violencia física
y psicológica, no es parte de la relación de pareja.
La
funcionalidad de la pareja entendida en nuestra sociedad y para la pareja
en su valoración y reconocimiento simétrico de roles asumidos.
Encontramos
parejas disfuncionales con tendencia a la desvalorización, minimización o
anulación del otro miembro o cuando se da por ambos miembros. La asimetría se
vuelve una característica de su funcionamiento como en sus
roles. La violencia física y psicológica es una realidad inherente a la pareja.
La comunicación se manipula, con dificultades para establecer el dialogo claro
y honesto, sin calcular segundas intenciones o ganancias secundaria,
presentando además dificultades constantes para asumir acuerdos.
La
terapia de pareja es un camino para las parejas dentro de un marco de
funcionalidad, para ajustar detalles que generen roces y malos
entendidos, propios de las relaciones humanas.
La
terapia en parejas disfuncionales se consolida como un dispositivo de mejora en
el tiempo, el cual será un proceso, en la que se explora las necesidades de
pareja tanto a nivel individual, como de relación. En otros casos cuando las
diferencias son insalvables y la relación de pareja se encuentra deteriorada o
impacta en la salud psicológica de alguno de los miembros puede ser un
vehiculo para mejorar la relación como en el rol de la amigos, antes de que de
pareja, si fuese viable.
El
vínculo del amor en la relación de pareja va a durar lo que tenga que durar, no
todas las parejas se mantienen unidas para toda la vida, Incluso, las que se
mantienen unidas por lapsos muy prolongados se encuentran unidas no por amor
(necesariamente), sino por otros elementos. Algunas parejas se
preservan como amigos o buenos padres. El vínculo del amor y su mantenimiento
es parte de un proceso en la que ambos miembros serán los responsables de
mantenerlo.
El amor de pareja también puede diluirse: Conflictos y alternativas
Son
muchos los motivos por el que el amor en la pareja se diluye y puede desembocar
en una separación definitiva en un lapso de tiempo. Sin embargo, es importante
que la pareja explore y dialogue que es lo que para ellos es el amor y
que es lo que espera del otro, producto de aquel amor.
En
ocasiones uno de los miembros conceptualiza el amor como el trabajar con
intensidad para que a la pareja no experimente déficits ni ausencias
materiales. Sin embargo cabría preguntarse si es acaso lo que el otro desea de
la relación. En la polaridad se han encontrado a miembros de la relación
de pareja que prefieren vivir la inmediatez y disfrutar para el presente sin
vislumbrar un proyecto futuro. Quien han sido calificado por sus parejas como
“sin proyectos” y sin ambición. Motivo que ha generado que la pareja se diluya,
expresando un malestar en el que no observan un futuro a la relación.
En
otros escenarios, cuando uno de los miembros planifica su vida, su proyecto
profesional y le solicita al otro miembro que se amolde a su visión de futuro.
Debido a que tiene sus prioridades. En este sentido cabría preguntarse la
pareja si las prioridades deben ser compartidas y dialogadas por ambos
miembros. Explorar su proyecto como pareja, sin que el otro renuncie por amor
al otro, considerando que las relaciones pueden atravesar crisis como
separaciones, quien da todo, corre el riesgo de quedarse sin nada internamente,
es muy probable que ante separación de pareja quede una ausencia,
tristeza y enojo. Por darlo todo abnegadamente.
La
infidelidad, como fenómeno genera muchos resquebrajamientos y
rompimientos en la pareja. Sin embargo, si puede rearmarse
una relación posterior a la infidelidad, cada relación es única y particular,
lo que le funciono a una, no necesariamente tendrá que funcionar con otras.
Considerando, las circunstancias, contextos, motivos, involucramiento,
situación o situaciones de infidelidad, agotamiento del miembro que se
considere víctima. Y se podrá sumar otros diversos factores como estructura
de personalidad de los miembros de la pareja, vínculos familiares,
contexto económico, impacto en terceros, sociedades laborales, etc. En este
sentido cabría preguntarse, si ambos desean seguir como pareja, la intervención
en psicoterapia individual es también una buena opción ante el impacto de la
infidelidad en la pareja.
La
pareja podría iniciar dialogando y de explorando lo que los sigue
uniendo y para que desean seguir unidos como un punto de inicio. (Mirarse
en el pasado, en su presente y futuro)
Cuando
se plantea el amor que se diluye, es que este no se desaparece de un día al
otro, este cambia y se orienta en otro sentido. Sentido que debe ser orientado
adecuadamente. La separación de la pareja no sucede de un día a otro, la
separación se inicia desde la desilusión por otro, ante la pérdida de una
imagen idealizada. Es importante el procesar y aceptar que el otro no es
perfecto y tratar los temas que generen malestar oportunamente y no dejarlos
pasar para ser dialogados posteriormente. Lo cual nos lleva a una trampa: La de
darse permiso para separarse luego que se ha sido víctima de otro -colocando a
ese otro como victimario- por tanto tiempo. La responsabilidad de es ambos
miembros por acción u omisión.
PROBLEMATICAS QUE GENERAN LA SEPARACION DE LA PAREJA
Algunas
de las problemáticas observadas en la consulta de terapia de pareja ha
sido el deseo de cuidar al otro en exceso, buscando el “fusionarse”,
entendiéndose esta que cuando se juntan y funden dos elementos se pierden
ambos para dar origen a uno nuevo, en este sentido el fusionarse en una pareja
implica la perdida de ambos miembros, de sus características, modos de ser, en
pro de desarrollarse en solo un mundo del uno para el otro,
sin que exista nada más. En algunas parejas puede funcionar, sin embargo,
implica la pérdida de la propia individualidad en algunos miembros se observa
una lucha por superponerse en la vida del otro, lo que generara una asfixia en
la relación, que conllevara en el tiempo a una probable separación.
La idealización
en la pareja se
convierte en una característica del proceso de enamoramiento. Característica
que dificulta percibir y aceptar a la pareja con sus peculiaridades más
cercanas a la realidad, donde solo se observan sus cualidades. Los elementos de
déficit son negados y escindidos. En el desarrollo de la pareja como
tal, con la intervención de las vivencias y experiencias en el
tiempo, la idealización se va diluyendo. En una pareja con un
vínculo sano es recomendable el evitar idealizar y aceptar al otro con sus
déficits y cualidades. Lo que facilitara en la relación la unión con otro
que puede equivocarse y que no es perfecto.
La
confianza la podemos entender como uno los pilares de un vínculo sano en la
relación de pareja, las dificultades surgen cuando la
desconfianza se
evidencia con una característica de la pareja, en la que ambos comienzan a
medirse en sus pasos, o al relacionarse con perspicacia o el relacionarse desde
un estado de alerta y a la defensiva. Lo que conllevara a una
relación de desgaste continuo. En este sentido la confianza, no se pierde o
diluye de un día a otro, esta desaparece de la relación de pareja en la medida
que surgen situaciones no claras, malos entendidos no esclarecidos, a
través de situaciones que llevan a la pareja a un alto nivel de estrés y
eventos repetitivos en el tiempo.
Es
frecuente que la pareja quede en acuerdos para fortalecer la confianza, los
acuerdos fracasan cuando no son claros y se reitera el incumplimiento de lo
pactado.
Son
muy diversos los eventos que generan desconfianza en la pareja, desde el
no cumplir compromisos muy básicos como el acordar en tener un tiempo a
situaciones más complejas que generan un mayor impacto como una
infidelidad. Es recomendable evitar que la desconfianza se instale
en situaciones límite, lo que podrá generar un proceso se terapia más
prolongado y con un menor nivel de tolerancia en la relación misma.
El
desarrollo de una relación de pareja en medio de otra: Duelos por
separación en la pareja
Podremos
definir el duelo en el ámbito de pareja como el proceso mediante el
cual el psiquismo procesa e ingresa a un proceso de aceptación de la pérdida
y/o separación del otro, proceso que tomara un tiempo, variable en cada
miembro.
El
desgaste en la pareja producto de las crisis y conflictos en el tiempo va
a generar que estas se separen por el malestar y sufrimiento en algunos casos,
en otros por agotamiento otras por circularidad de las experiencias.
Separación que implica dentro de lo sano, que ambos miembros aborden los
motivos, el porqué de su separación y el cerrar de un ciclo de su vida, en
otros casos, encontramos que algunas parejas que generan
surgimiento de una nueva pareja en centro de una relación en crisis o con
conflictos. En otros casos la separación se dio como un comunicado
de decisión unilateral de uno de los miembros, independientemente de la
dificultad de la relación y de lo que implicaba.
Nos
centraremos en el presente artículo en las relaciones de pareja que surgen en
el desarrollo de otra pareja, las cuales se consolidan como
relaciones de pareja que surgen dentro de la ambigüedad de la relación, en un
estar y no estar, y se dan con el motivo de la separación unilateral,
frecuentemente en casos de infidelidad que desembocan en la separación. En
otros casos por separaciones parciales, lo cual corre el riesgo de conformarse
una nueva pareja producto de la necesidad de salir de una relación en crisis.
Es donde nos preguntamos ¿Cuál es el futuro de la pareja?
Si
el nacimiento de la pareja fue el salir de una situación de dolor, o el
evitar una crisis. Con la salida y consecución de la nueva relación, esta
cumplió con su fin y motivo de ser por si misma. En este sentido, ¿Cuál es el
motivo de ser de la nueva relación, posterior a la salida? . Contexto que no se
vera de inmediato, sin embargo encontramos relaciones en consulta que no ven un
camino en la relación misma. La cual se da como el cambiar de
estado inmediatamente, evitando el sentir y procesar lo acontecido. Ambos
miembros optaran por defender la nueva relación que no surge del bienestar,
surge de la desesperanza que desarrollando un nuevo pegamento: la esperanza de
una buena relación ¿Cabría preguntarnos en que condición la relación?
La
separaciones en la clínica de pareja nos muestran algunos casos en
la que la distancia y el silencio de sus miembros genero una
despedida, sin embargo no asumida y en algunos casos por ambos,
producto de las crisis de la pareja sin mediar un dialogo del proceso de lo que
les aconteció. Uno de los casos de mayor frecuencia atendidos se da
cuando se está saliendo de una relación se ingresa en otra en simultaneo,
ingresando a otra relación con el fin, evidenciándose el evitar el dolor
o un escape, donde el proceso de separación no se consolida del todo.
No
se procesa la separación cubriendo una relación con otra. Existiendo la
presencia del ausente en muchos momentos de la nueva relación. Lo cual de una
forma u otra impactara en la nueva relación que se encuentra en germinación.
Cuando acudir al consultorio psicológico y cuando asistir
terapia de pareja
Las
parejas en su proceso de desarrollo y convivencia van a
atravesar dificultades que normalmente son superadas por si misma,
toda relación de pareja va a llevar consigo un conjunto de dificultades que
tendrá que aprenden convivir con ellas y a superarlas. Se darán problemas
dentro de lo "normal y esperado": las parejas
atraviesen fricciones o malestares, productos de la cotidianidad, no existe una
pareja perfecta, la pareja ideal es parte de una fantasía. En los inicios de la
relación "en la etapa de luna de miel" es muy probable que no se
observen las mencionadas diferencias ni deficits de la relación. El nivel de la
tolerancia como persona y en el vinculo de pareja es alto.
¿Cuándo
se observan las dificultades en la pareja? Algunos elementos a
considerar: impacto y efecto de las fricciónes en la relación, el tipo de
afectación, la frecuencia de la misma, en este sentido las
dificultades esparadas son parte del ser pareja y cuando estas son cotidianas
no es necesaria la intervención psicologica. Sin embargo, si el impacto es alto
y genera sufrimiento y malestar en uno de los miembros o ambos es
importante considerar la ayuda profesional. La frecuencia de las situaciones de
dolor si constantes y recurrente, a pesar del dialogo, la relación
no cambia o lo hace muy lentamente. La integridad de uno de los miembros se
encuentra vulnerada o se genera un vinculo de dependencia / dominación en estos
caso la asesoria profesional es pertinente.
Las
relaciones de pareja se configuran en estructura dos
miembros con diferencias. La union de dos personas cada cual con
sus valores y costumbres propios van a generar desequilibrios,
la pareja atraviesa un proceso de adaptación. Cuando las diferencias que
separan o interrumpen la normal convivencia, se convierten en
intolerables o se amplifican, se convierten
en frecuentementes y generan: agresiones y
maltratos físicos y verbales, situaciones irreconciliables y polares,
problemas de comunicación. Estos son algunos ejemplos de la necesidad de
una intervención en los que la asesoría profesional, por parte del
psicólogo y la terapia de pareja son necesarias como una alterantiva de
mejora.
La
asesoría profesional con fines preventivos es también un camino. En otros
casos la pareja acude a consulta cuando la pareja se encuentra disuelta o
disolviendose y uno de los miembros considera la opción como última opción, en
estos casos es muy probable encontrar a la pareja maltratada y con distancias
amplias que tomaran un tiempo mayor en el proceso de mejora.
Lo que no sucede en un espacio de consulta psicológica
enfocada a la pareja
Una
sesión de consulta psicológica va a ayudar a mejorar la relación de pareja, sin
embargo, es necesario tener en cuenta que una sesión de 60 o 90 minutos no va
solucionar los problemas de años o meses. Sin embargo, puede aportar mucho al
esclarecimiento de la relación, el tipo de vinculo que se mantiene, las causas
de las dificultades presentes, etc., permite tener un acercamiento a la
problematica de la pareja.
Algunas
consultantes desean que el otro miembro de la relación "perdone" o
"disculpe" las dificultades que atravesaron, en este sentido si
la relación de pareja se encuentra maltratada y el malestar presente, no
es de esperar que una sesión permita una reconciliación
"instantanea". Los seres humanos tienen la capacidad de "perdonar"
y de reconciliarse, en este sentido, tambien se resienten y enfadan. El
proceso de reconciliación es un proceso. No proviene de palabras cargadas de
buenas intensiones. Muchos de los consultantes refieren: "Deseo observar
cambios" "Acciones", lo cual tambien tomara un tiempo acompañado
del proceso terapeutico. En el caso de ser viable y por acuerdo.
¿La terapia de pareja es lo indicado cuando existen problemas
en la pareja?
En
muchos casos es lo necesario: cuando existen problemas en el vinculo de pareja,
la terapia de pareja es lo indicado. En otros casos la terapia de pareja no es
lo indicado, incluso es nocivo.
Cuando
existen desajustes en la estrutura de personalidad de uno de los miembros la
terapia de pareja no es prioritaria, la intervención parte por un abordaje de
terapia individual con intervenciones puntuales en la relación de pareja.
Un problema frecuente en las relaciones de pareja:
problemas de comunicación y expresión de los propios deseos.
La
comunicación en la pareja es uno de los problemas frecuentes, en la cual la
pareja entra en la trampa de adivinación del pensamiento a través de la
expresión: “se supone”.
Muchas
parejas dan por sentado que su pareja, por el solo hecho de serlo, debe de
saber qué es lo que el otro piensa y siente. Lo cual debe va a acompañado de la
trampa “se supone que debe de saberlo”. Por aquella suposición donde el donde
el otro no llega a suponer cuales son los deseos del otro, se termina
amplificando un impase pequeño. Surgiendo situaciones de desencuentros y
expresando el malestar originado por “no entenderse”.
En
este sentido es importante: Evitar el suponer que el otro conoce o conoce de
antemano los deseos del otro miembro de la pareja. Establecer un espacio de
dialogo y de encuentro, plantear aquellas situaciones que generan malestar en
lo cotidiano.
Evitar
el mantenerse en silencio, ante el silencio muchas parejas asumen o suponen que
el otro miembro está de acuerdo con la situación y decisiones que se puedan
asumir. El dialogo frecuente va ahorrar muchas visitas al servicio de terapia
de pareja, así como la amplificación de problemas cotidianos.
Es
importante recordar que la pareja se ha conformado como dos personas que
deciden compartir una vida, experiencias o un romance.
En
este sentido cada miembro va a mantener una individualidad con deseos muy
particulares en cada miembro, la no expresión de los propios deseos,
intensiones, anhelos, etc. Pueden conllevar a dificultades ante el escenario
que el otro miembro no puede decodificar lo que no se expresa con claridad, lo
que genera confusión al intuirlo y desde las confusiones reiterativas existe la
posibilidad de ingresar a una crisis de pareja. La verbalización y el dialogo
se consolidan como el mejor mecanismo de prevención ante las dificultes en las
relaciones de pareja.
Mi pareja me solicita un espacio: ¿El Inicio de una crisis?
Uno
de los motivos de consulta en el servicio de terapia de pareja es sobre la
función de los espacios. No existe una formula universal de funcionamiento de
los espacios, sin embargo es importante mencionar que las mayor parte de las
personas contamos con espacios personales, de pareja, de familia, sociales,
públicos, laborales.
Los
espacios personales en las relaciones de pareja son recomendables, saludables y
necesarios, el establecer una relación de pareja no implica el desvincularse
del propio grupo social de amigos. En este sentido dos ingredientes básicos
para que funcionen en el marco de la relación de pareja: confianza reciproca
como el respeto de los acuerdos.
En
este sentido, citare un par de ejemplos desafortunados sobre los espacios de
pareja uno relacionado a la dependencia:
Cuando
la pareja se conforma por un exceso de amor de parte de uno de los miembros, un
amor que absorbe y consume al otro miembro, hablo de un amor posesivo, que
desea fusionarse con el otro miembro, en la cual ambos paulatinamente van
perdiendo su individualidad. Donde uno de los miembros refiere que se
encuentra asfixiado por la relación, uno de los miembros le solicita dejar al
grupo de amistades, sus actividades sociales e invita al otro a girar en torno
del amor de uno de los miembros. El ceder a estos requerimientos
conlleva al riesgo de una separación, agotando a uno de los miembros, al ceder
a los requerimientos del otro, bajo la bandera de que abandono de igual forma a
su círculo social y pide o exige el mismo tributo por amor a la relación que
han construido.
Citando
otro caso, opuesto y al otro extremo, cuando uno de los
miembros considera que es aun soltero, solicitando un espacio donde no
considera la existencia del otro y busca constantemente una vida que implique
un bajo nivel de compromiso, encontraremos una relación de pareja
desatendida, con un deficit en espacios para el encuentro. Tomando un
espacio sin considerar la presencia del otro. Sin estar dispuesto a ceder
o llegar a un punto medio y argumentándose que así se conocieron y no cambiara
su forma de ser. El mantener espacios personales no implica el olvido o el
seguir en otros casos una vida de adolescencia o soltería cuando existe una
relación de pareja, salvo que la misma se acordara en el proceso mismo de la relación.
¿Cómo configurar un espacio personal en la relación de pareja?
Al
inicio, planteamos: la confianza, el respeto de los acuerdos, sumados al
dialogo continuo. En este sentido el espacio de consulta de terapia de
pareja puede aportar en al proceso explorar las dificultades y zonas
ciegas, como el de asumir acuerdos para la configuración de los
espacios personales y acordes al motivo de consulta.
INFIDELIDAD EN LA
PAREJA
Las
causas de la infidelidad en la pareja son variadas, planteo algunas en base a
la atención de pacientes en el consultorio psicológico, muy brevemente.
En
el ámbito de terapia de pareja se han dado algunas por una estructura de
personalidad engrandecida y con una pareja denigrada. El consultante
engrandecido no acude a terapia de pareja por voluntad e iniciativa, asiste
porque ha sido descubierto y ante el peligro inminente de separación opta por
asistir.
En
otros casos, la pareja ha atravesado un periodo de desgaste, donde las
discusiones y reclamos son sentidos y vividos como parte de la
cotidianidad, el dialogo no ha sido una característica, se hace presente
como una constante el resentimiento. Se presente un déficit en el afecto como
parte de la relación, en uno o por ambos miembros. El vinculo
sexual se convierte en displacentero o forzado en palabras de los
consultantes: "por cumplir". El desgaste uno de los miembro o
ambos al sentirse no escuchados comienza a generar espacios
de atención y afecto en alguien que brinda contención. Posibilitandose un
nuevo vínculo con alto contenido afectivo.
En
otras circunstancias uno de los miembros ha sido infiel y la pareja lo
considera como una traición, que no puede ser perdonada, optando por una
“revancha”, aplicando la expresión “ojo por ojo…”
La
desatención de uno de los miembros o el olvido de la relación, donde el vínculo
sexual y del afecto se evidencia como ausentes, donde no se han separado debido
al tiempo invertido en la relación o en otros unidos por compartir motivaciones
diversas como la de ser socios laborales, por citar alguna.
Las
causas en la infidelidad son muy variadas y con matices en cada relación. He
planteado algunos casos con matices generales que surgen en la
cotidianidad de la atención en la consulta psicológica.
¿Las
parejas pueden sobrevivir a una crisis por infidelidad?
Muchas
parejas han transitado la crisis y se han sobrepuesto, han tenido un proceso en
terapia que les permitió explorar aquellas posibilidades y encontrar los
recursos que necesitaban, otras no lo lograron, algunos de los motivos fueron el
negativa de cambio de parte de alguno de los miembros, una relación muy
desgastada en el tiempo, la presencia de valores de personales que no
toleran la tan sola idea de una infidelidad.
Un
punto importante para superar una infidelidad es la del deseo
reciproco de darse una oportunidad acompañado con una intensión autentica
de cambio, encontramos aqui un primer escalon de inicio.
Problemas tratados en el espacio de terapia de pareja
En
muchas ocasiones la pareja asiste por discrepancias, conflictos,
malos entendidos, resentimientos, procesos de crisis, situaciones de abandono,
separaciones temporales, infidelidades, apatía sexual.
Las
discrepancias en la pareja, sean estos por diferentes puntos de
vista o preferencias es parte de la normalidad en toda pareja, algunas
parejas entran en un juego muy peligroso en la de comparar una antigua relación
con la relación actual vivida. Calificandola inclusive la anterior como mejor
ante el otro miembro. Con aquella formula, se está asegurando una separación,
acompañada de resentimientos y malestar.
¿Qué
hacer antes las discrepancias en la pareja?
Evite
comparar las relaciones de pareja, cada relación de pareja es única y
particular, cada cual tiene sus primaveras e inviernos, no busque una
relación de pareja del pasado en una presente. El proceso de convivir en pareja
es el ir aceptando al otro y ambos amoldarse, proceso que no se da unos meses,
toma un tiempo más amplio. Es muy diferente la relación de enamorados en
la que cada miembro vive en su espacio a la de compartir uno en común.
Se
estila en nuestro medio que muchas familias facilitan a los hijos un
segundo, tercer o cuarto piso de una casa, con la idea de tener junta a
la familia para no separarse. Si la pareja ha decidido aceptar lo
que le brinda la pareja de origen será importante saber que se desee o no, la
pareja es una “invitada” en la familia de origen. En algunos casos hemos
encontrado el involucramiento en exceso y que rebasaba los límites de la
pareja, llegando a invadirlos. En cuanto a formas de pensar y modo de vida.
Podemos llegar a una familia aglutinada.
Evite
en la medida de lo posible el involucramiento de la familia externa en la
pareja. La pareja debe de ventilar su problemática como pareja y evitar que se
armen consejos de familia donde acuden por ambos lados: los padres, tíos,
primos, abuelos, etc. Escenificándose un jurado ante un cuasi “delito”. La
pareja es la que vivirá su vida y no otra persona mas.
En
el caso de existir malos entendidos es muy probable que se amplifiquen por la
diversidad de puntos de vistas y creencias personales como familiares. Las
decisiones de la pareja las debe asumir como tal, erradas o exitosas, pero son
propias de la pareja. Aceptar que siempre existe la posibilidad de errar, que
no son muchas las veces, y ofrecen la oportunidad de aprender y mejorar.
Las crisis en las parejas son frecuentes y de diversas intensidades.
Entendemos
por crisis a los cambios que se dan y que escapan del manejo de la
pareja. Dentro de las crisis esperadas, encontramos por ejemplo los
cambios laborales y desempleo. Otro de los elementos que puede generar una
crisis son los embarazos no planificados, como el descubrimiento de la
infidelidad, sea esta virtual o en el plano real. Cada pareja va a afrontar la
crisis de diversas formas, a algunas les tomara más tiempo que otras salir de
ellas.
La
separación temporal en la pareja
Es
un buen camino antes que una separación definitiva. Sobre todo cuando
esta dentro de una crisis, cuando las emociones se encuentran amplificadas
y la confusión es parte de la relación. En la cual la pareja podrá tomar un
mayor nivel de conciencia del “porqué” y el “debido a que” de la separación o
el reconsiderar la posibilidad de seguir como pareja, la separación temporal no
es saludable tomarla como un instrumento de manipulación o producto de un
impulso. Ya que se está caminando por camino muy angosto y peligroso.
La
apatía sexual, la disminución del deseo
sexual hacia el otro o la supresión del deseo mismo, son muchos los motivos por
los que el deseo desaparece, producto de un resentimiento, infidelidad,
practicas no consentidas por alguno de los miembros, desamor, etc. Es
importante en este ámbito explorar con la pareja que se encuentra sucediendo en
la relación no como el suceso en sí, sino, como proceso. Ya que el deseo no es
que desaparezca de un momento a otro, si no que en el camino se deteriora.
Egoísmo en la pareja
Uno
de los motivos de las separaciones en la pareja es la de la egoísmo, en algunos
casos consiente y en otros inconsciente. La se configura como un elemento de la
personalidad. Encontramos parejas en las que prima el deseo de autosatisfacción
sin considerar al otro miembro. Planificando la relación de la pareja en torno
a si misma.
Expresiones
relacionadas con:
“Para
su familia, le da todo y ante mi familia, no me pregunta si desean algo”;
“Debe de complacerme en todo y tendrá que hacer el esfuerzo si me valoro como
me merezco”.
En
este caso, encontramos relaciones que en algunos casos van a sobrevivir un
tiempo, sin embargo la tolerancia conlleva a un límite. Es muy probable que en
algún momento se separen.
Desde
el dar y no recibir, en todo sentido, encontramos ya dificultades a nivel
de personalidad y que impactan en la relación misma.
Las
relaciones de parejas como proceso de interacción deben de contemplar para una
equilibrio la complacencia reciproca de sus miembros.
Consulta
psicologica de pareja ante la crisis por separación
Hablar
en nuestro medio en relación a los divorcios se convierte en algo menos
cotidiano, debido al menor número de casamientos por año, con una tendencia de
mayores parejas en convivencia. Al respecto no se cuenta con una estadística
oficial de separaciones, de igual forma el tema se complejiza ya que la
separación de la pareja tiene diversos matices, desde el tipo de separación y
la relación misma de la pareja.
Sin
embargo, un hecho concreto en las parejas, es la separación definitiva, cuando
uno de los miembros ha decidido irrevocablemente culminar la relación, suceso
que de por si va a llevar a una crisis de pareja, de vínculo familiar, en
el ámbito personal, económico y como socios de trabajo cuando se participa en
algunos casos de sociedades económicas y laborales. En el plano de lo ideal es
que pudiesen acabar como amigos. Sin embargo para alguno de los miembros
su mundo se pierde, ya que no es sola la pérdida de la pareja, es la perdida de
sus proyectos, como lo mencionado anteriormente.
En
este punto no tocaremos los motivos por los que se separan, ya que suelen ser
muy diversos y para señalar, la separación no es por solo un motivo o el
motivo, son los motivos, como la sumatoria y ausencias de situaciones y
vivencias. En las cuales las parejas mayormente prefieren olvidar pero aquellos
motivos se encuentran muy presentes. Olvidar no es sinónimo de procesar y menos
de solucionar, es tan solo como el colocarlo en una “espera”, aquí cabría
preguntarse una espera ¿para qué? Y en muchas parejas en una espera para
validar una separación. Para darse permiso de salir de la relación,
para darse cuenta que la relación no funcionaba, para tomar conciencia que la
relación no iba más allá, etc. En este sentido es el explorar con la pareja,
antes de acumular muchas situaciones de espera y no asistir a la consulta cuando
les detono el “las situaciones de espera”, ya tienen ese efecto, el
detonar la relación ante un situación. Las separaciones no se dan mayormente
por un evento.
No
es tanto el ver por no poder verlo venir, si no, en muchos casos por no
querer verlo venir.
El
espacio de pareja nos sirve para aquello, acompañar a la pareja para que
observe lo que sucede en su relación. Desde este punto, ir re-tejiendo la
relación.
Sin
embargo, las relaciones culminan, se asiste al espacio de terapia de pareja con
la intensión, mayormente de uno de los miembros, de hacer algo más,
salvar lo que no vio venir, y el otro miembro tiene una decisión ya tomada de
ante mano, desde esta postura, no estamos en un espacio de terapia de pareja,
sino, en uno de consulta enfocada en la pareja. Hablamos de terapia de
pareja cuando tenemos una pareja. En muchos casos se asiste cuando se tiene a
dos miembros de la pareja que ya tomaron caminos diferentes. Uno que desea
seguir y otro que no desea seguir.
Una
de las preguntas frecuentes en este contexto es el ¿Qué hacer?, para el miembro
que decidió que su vida giraría en torno a otro en muchos, casos su camino
pierde un destino e ingresa a una crisis, que implicara salir de la misma como
el aceptar un nuevo escenario, en el que se tendrá que observar su
historia, lo cual es importante, ya que nos deja mucho aprendizaje, su presente
y explorar los recursos con los cuenta a nivel personal, emocional, vincular,
afectivo, y su futuro, para poder trazar un proyecto y re-orientar sus caminos
de un no tener nada, después de la perdida a recuperar y tener algo
importante: Un nuevo camino. Lo cual es un proceso.
El
re-encontrar un nuevo sentido ante la pérdida del otro, como la propia perdida,
será parte de la intervención, ya no en el espacio de consulta de pareja, sino,
en el terapia individual.
Para
el miembro que decidió su camino y tiene un rumbo el espacio de consulta
psicológica es también apropiada o una opción a considerar en el sentido de
facilitar su partida de la relación y evitar espacios de confusión. Son
frecuentes las parejas que deciden separarse y mantienen relaciones paralelas
con encuentros afectivos esporádicos. Si bien es cierto es una decisión,
pero se puede convertir en una decisión con altos costos para ambos, por lo que
pueda acarrear. Lo cual no implica el abandono del otro, y menos aun
cuando existen terceros implicados como hijos, es el tener las cosas claras por
ambos miembros.
Psicologo Alvaro Silva Távara
Atención previa cita al 980-980-808
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